¿Quién no recuerda aquel primer amor, que nunca pudo confesar, o que nunca se llegó a realizar...
Este poema está dedicado a ese amor puro, inocente, transparente que siempre queda en el recuerdo
Mi corazón se siente satisfecho
de haberte amado y nunca poseído:
así tu amor se salva del olvido
igual que mi ternura del despecho.
Jamás te vi desnuda sobre el lecho,
ni oí tu voz muriéndose en mi oído:
así ese bien fugaz no ha convertido
un ancho amor en un placer estrecho.
Cuando el deleite suma lo vivido
acrecentado se lo resta el pecho,
pues la ilusión se va por el sentido.
Y, en ese hacer y deshacer lo hecho,
sólo un amor se salva del olvido,
y es el amor que queda insatisfecho.
JOSE ANGEL BUESA
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